domingo, 17 de agosto de 2014

TEORÍA AUSTRIACA DEL CICLO ECONÓMICO

 




La teoría austriaca del ciclo económico (TACE) fue desarrollada por economistas de la escuela de Viena, incluidos F.A. Hayek y L.V. Mises. Explica la relación entre el crédito bancario, el crecimiento económico y los errores de inversión masivos que se acumulan en la fase alcista del ciclo, explotando con la burbuja y destruyendo valor.
Sostiene que una expansión “artificial” del crédito, es decir, no respaldada por ahorro voluntario previo y mediante la manipulación a la baja del tipo de interés, tiende a aumentar la inversión y a crear un falso auge económico, dado que los precios relativos han sido distorsionados por la mayor masa de dinero circulante en la economía. Estas inversiones, que no hubieran sido emprendidas de no ser por la mencionada distorsión, sobreutilizan los bienes de capital acumulados, desviándolos a proyectos no rentables -si hubiera imperado el tipo de interés de mercado- y tarde o temprano producirán sobrevaloraciones en algún o algunos activos. Tales burbujas inevitablemente acaban estallando. Cuando la emisión de nuevos medios fiduciarios cesa, las tasas de interés artificialmente bajas se acomodan en su verdadero nivel de mercado, generalmente muy superior al establecido por los bancos centrales dada la escasez de bienes de capital. Esto corta abruptamente el flujo de crédito barato, y las inversiones que parecían rentables con precios inflados ahora dejan de serlo: la crisis estalla y se efectúa la natural liquidación de las inversiones erróneas.

 hace énfasis en que toda producción requiere tiempo. También transcurre tiempo entre el inicio de la producción y el consumo, por lo que se hace evidente la importancia que estos autores le daban al ahorro en relación con el tiempo en el que se invierte y la duración de dicha inversión. Esta relación será crucial en la forma en que los tipos de interés provocan cambios en la estructura de consumo de bienes de consumo frente a bienes de capital. Este ahorro que procede de los ingresos no gastados de los agentes y que, a través de los bancos, y financia el proceso empresarial. Esta relación puede ser modificada por la autoridad monetaria con el fin de aumentar la actividad económica, produce una disminución del tipo de interés, lo que a priori consigue su objetivo. Sin embargo, esa nueva actividad económica financiada con bajos tipos de interés son realmente actividades que no se llevarían a cabo en situaciones normales; son actividades especulativas y que generan poco o ningún valor añadido. Esta nueva situación solo puede mantenerse en el tiempo si se mantienen los tipos de interés anormalmente bajos, lo que conduciría a una situación cada vez más complicada ya que nuevos recursos irán a parar a estas actividades especulativas. Por otro lado, si cesa la política de tipos de interés bajo, se producirá un pérdida de valor debido a que no es posible retirar todos los recursos asignados a los sectores poco productivos. Otro efecto producido por el aumento de la oferta monetaria es el aumento de la inflación, que cambia la relación entre los bienes de inversión y de consumo y añade problemas al sostenimiento de la política de tipos de interés bajo.


La teoría austriaca del dinero se presenta en la obra “Teoría del dinero y el crédito (1912). A partir de las aportaciones de Menger sobre la utilidad marginal, Mises aplica un modelo de oferta y demanda para explicar el origen del valor del dinero. El elemento central que compone la teoría del valor misiana es que el cambio objetivo (poder adquisitivo) del dinero es el que genera las peculiaridades que tiene, ya que sin capacidad de poder adquisitivo no se haría uso del dinero. Es este elemento el determinante de la demanda y dependerá del valor subjetivo que cada ciudadano tenga del dinero. Por otro lado, el valor subjetivo de cada individuo depende del valor subjetivo del resto de bienes económicos en relación con el dinero. Para los autores austriacos estos dos tipos de valores están relacionados a través del teorema de la regresión monetaria. La demanda de dinero en el día “D” se basa en el poder adquisitivo que poseía en el día “D-1”. Este mismo poder adquisitivo surge por la intersección de la oferta del dinero en el día “D-1” y su demanda que, basándonos en el valor subjetivo de los individuos, situamos nuevamente en el valor determinado por el poder adquisitivo un día antes, en el día “D-2”. Esta regresión puede desarrollarse ad infinitum pero carecería entonces de sentido. Para el autor, esta dinámica empieza en el momento en el que el oro se usaba únicamente como bien, pero su uso como medio de cambio (en palabras misianas su valor de cambio objetivo) aún no existía. En el momento en el que en un pequeño grupo se estandariza el uso de oro como medio de cambio para evitar la ineficiencia de los intercambios del trueque, este posee ya valor de cambio objetivo y nace la dinámica de mercado que produce que este medio se extienda en el resto de regiones. En cuanto a la oferta monetaria de este sistema, para Mises debe estar basada en el patrón oro. Dado que el valor que posee el dinero está basado en una cantidad de oro, este valor no se devalúa. Otra característica que define a la escuela austriaca es que no aceptan la existencia de un término que resuma el sistema general de precios. Para los autores de esta escuela, los precios de todos los bienes, incluido el dinero, se puede expresar en infinidad de relaciones de intercambio respecto al resto de bienes que dependen del valor subjetivo que otorgue cada individuo a dichos bienes. De este modo, cualquier “resumen” de los precios en un solo valor o conjunto de valores únicamente hacer desaparecer los matices generados por un fenómeno complejo en la determinación de precios por un valor más comprensible pero carente de importancia.
Cálculo económico

Con la publicación de “El cálculo económico en la comunidad socialista” (1920), Mises empieza una crítica al sistema socialista que complementa su animadversión por la intervención estatal. La tesis principal presentada en esta obra es que en un sistema donde los precios muestran una limitada relación de intercambio, la información que aporta a los agentes es también limitada. En una economía libre, el cálculo monetario permite apreciar a los agentes las potencialidades económicas. En una economía donde la única fuente de rentabilidad es satisfacer las necesidades del consumidor, los empresarios buscaran cubrir dichas necesidades de la manera más barata posible, garantizando la eficiencia y el progreso. Si el Estado interviene en la economía, incentiva procesos productivos ineficientes y modifica la relación entre precios relativos y la utilidad relativa que obtienen los agentes económicos. En una economía socialista los precios no solo perjudican al mercado de bienes de consumo, donde las preferencias individuales son modificadas como hemos comentado por la intervención estatal, si no que los medios de producción y el mercado de bienes de producción óptimos para producir el bien final deseado no se realiza por el proceso de mercado y por tanto, no se conocerá la eficiencia de dichos métodos. En resumidas cuentas, el desconocimiento de los agentes de los costes que suponen sus acciones lleva a que la producción y el intercambio se realicen en base a criterios no económicos y por tantos ineficientes. Desde el punto de vista de la política monetaria, los órganos gubernamentales tienen a incentivar la economía mediante tipos de interés bajos, lo que provoca inversiones improductivas y conduce a una situación que se desarrolla en la “Teoría austriaca del ciclo económico”.

 Sistema bancario

David Ricardo y otros economistas clásicos de la escuela monetaria fueron los primeros en intentar explicar un fenómeno relativamente nuevo en las últimas etapas de la industrialización inglesa: los ciclos caracterizados por periodos alcistas y crisis periódicas. Hasta entonces los únicos ciclos de escala nacional habían sido los causados por guerras y cosechas. Entre sus observaciones estaba el importante papel que de los efectos monetarios sobre la economía, especialmente desde la centralización por el Banco de Londres (Bank of London) de la emisión de papel moneda tras el "Bank Charter act" de 1844. Los economistas austriacos recogen estas lecciones, junto con antecedentes entre los escolásticos españoles y construyen sobre la base clásica su teoría del crédito que es la base de la teoría austriaca del ciclo económico.
La invención de la banca de reserva fraccional (originalmente una estafa, ya que el contrato de depósito irregular impone obligaciones de custodia) permitió a bancos privados prestar el dinero de sus depositarios a la vez que les garantizaba su disponibilidad, confiando en que sólo una fracción de estos exigirían la devolución de la deuda. De esta forma se confundía el contrato de depósito con el de mutuo y se expande la base monetaria de forma piramidal.
El riesgo asumido por estos bancos a menudo llevaba a quiebras y pánicos bancarios, aunque bastante localizado y centrados en los bancos más especulativos, de hecho los bancos más conservadores normalmente aprovechaban los momentos de desconfianza para hacerse con los activos de bancos menos seguros. En USA durante la era de la Banca Libre (1837-1862) los llamados "Wildcat banks" (por sus remotas sedes) sufrían un tremendo descuento en el valor de su papel comercial fuera de su área directa de influencia, mientras el papel de bancos más conservadores se aceptaba de costa a costa con poco descuento. De esta forma la excesiva creación de liquidez (basada en deuda y sin respaldo real) conllevaba su propio castigo y no afectaba a toda la economía.
Mises enunció la "regla dorada" para la banca, proscribiendo la reserva fraccional en su libro "La Teoría del Dinero y el Crédito" (Mises, 1912). "La única forma de evitar con certeza el riesgo de insolvencia es sencilla: Las obligaciones de pago de los bancos no deben nunca vencer antes que sus derechos de cobro correspondientes."
Sin embargo, con la centralización y cartelización del sistema bancario mediante bancos centrales con el monopolio de emitir moneda de curso legal, las posibilidades de crear dinero basado en deuda (moneda fiduciaria o dinero fiat) se multiplicaron. A medida que los bancos centrales comenzaron a gestionar todas las reservas (principalmente oro) desapareció la disciplina de mercado que imponía la posibilidad de que los depositarios exigieran el reembolso de sus ahorros. Ante la ausencia de mercado libre en la emisión de dinero, el cálculo económico del precio real (en el mercado) del dinero es falseado con facilidad por las entidades públicas de planificación monetaria.
Este proceso de centralización produce la aparición de ciclos económicos nacionales, que afectan a toda la economía, ya que el tipo de interés es el mismo para países enteros. Se agrava además la ilusión monetaria, ya que no se puede comparar la pérdida de valor de la moneda, salvo en el comercio internacional (dónde el patrón oro subsistió casi medio siglo más).

No hay comentarios:

Publicar un comentario